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TESTIMONIOS

03.04.2014 01:03

UN DIA ESPECIAL CON MANOS

Hoy es un día especial. De aquellos días en los que notas que mueres y renaces otra vez, me siento como una flor frágil y a la vez fuerte porque en ese morir y renacer mis raices van haciéndose un poquito más profundas. El curso de manos está siendo esa agua que necesito para alimentar mi alma cuando está sedienta y yo me convierto en el vehículo a través del cual hago una simbiosis y llego a un acuerdo con la tierra para que ella se convierta en el recipiente de mis dichas y desdichas. En estos momentos deseo compartir una de mis dichas con vosotros a través de una experiencia que viví al mes de hacer el primer módulo de Manos con Laura Fernández.

Fue un verano 2010 durante una semana de crucero fluvial por el Canal du Midi (Francia) “una obra y un trayecto muy recomendable” íbamos mi marido, mi hija de 12 años y 4 sobrinos  (trillizos de 11 años y otro de 14). Amaneció un día muy caluroso para recorrer un largo trayecto hasta llegar a Beziers.  Eran las 13:00 pm y hacía un sol de justicia.  Justo en la exclusa de antes del pueblo amarramos el barco pensando en bajarnos e ir en búsqueda de un lugar a la sombra para comer.

A 2 metros de donde estábamos había una pequeña sombra, tomé una silla, me bajé del barco rápidamente y me senté para permitir que la sombra de sus ramas calmara  mi intensa necesidad de frescura. Aunque tomé la decisión de bajar; tenía sentimientos mixtos. Por un lado, la necesidad de seguir descansando y por otro, la de buscar un lugar mejor y más protegido del sol para todos. Entonces, sin recuperarme del golpe de calor que llevaba,  aún con mi cabeza caliente y mis sentidos y reflejos adormilados y extenuados; tomé de nuevo la silla, la levanté sobre mi cabeza y caminé hacia el barco para ir en búsqueda de un lugar mejor para todos.

No era consciente del golpe de calor que tenía y que mis reflejos apenas me respondía, caminaba adormecida de nuevo hacia el barco cuando al cuarto paso mi pié izquierdo cayó entre el muelle y éste de forma tan abrupta y repentina que no me dio tiempo a reaccionar. Literalmente  “fueron los huesos del culo” los que me sujetaron en tierra, me quedé sentada “como los niños cuando cuelgan los pies sobre un puente; igual…” Fue todo extremadamente rápido  y lento a la vez. El dolor que sentí, y mi sensación de caer al vacío fue tan intensa que mi cerebro la revivió lentamente y aún la sigo reviviendo. Recuerdo que mis manos tan solo tuvieron tiempo de arrojar la silla lejos para ponerlas de nuevo sobre tierra y levantarme.

Como por arte de magia, me vino a la mente todo lo que aprendí y mi cerebro recurrió a lo que más  necesitaba en esos momentos del curso de Manos.

Primero y una necesidad para mi imperiosa en esos momentos: guardar la calma  (imperiosa porque habían 5 niños preguntando mamá… tía… ¿como estas? ¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo? …No porque ellos me pusieran nerviosa sino porque sabía que si me ponía yo nerviosa, ellos se iban a poner mucho más y entraríamos en una espiral de nerviosismo que era justamente lo que NO necesitaba en esos momentos).

Ellos vieron sangre en la pierna derecha  aunque yo eso no lo ví.  Fue mi cuerpo el que dijo que el dolor estaba en  el muslo de la pierna izquierda, por encima de la rodilla. Puse mi mano y sentí cómo la palma se elevaba sobre una incipiente “colina caliente” o bulto.

Primero el Tratamiento de urgencia (es lo que hice); mano derecha en la reunión de los 100 meridianos “la cabeza” y mano izquierda en la zona afectada. Dije a mi hija: Raquel cariño cuenta 5 minutos. Después otro tratamiento de urgencia de Chikung  “ levantar el cielo”. No podía ponerme de pié de manera que sentada inspiré y expiré por la boca como el “leon de la Metro”… sentía que ellos me miraban y  yo sin hablar; abriendo la boca de esa forma y expulsando todo el dolor que sentía. Anecdóticamente, porque esto no deja de ser un testimonio real os diré que mi marido Isaac les decía, -no os asustéis es que mamá está poniéndose bien- Varias veces expiré por la boca para expulsar el dolor.

Mientras pasaban los 5 minutos, me concentré en la respiración y la visualización. Haciendo los triángulos de radiación y magnetización. Ello me servía de anclaje para seguir teniendo yo el control del momento y no dejárselo a mi  sistema nervioso.

Pasaron los 5 minutos y como ya tenía hecho los triángulos y estaba más calmada, sin abrir los ojos (una forma de protegerme y seguir concentrada pues es normal que el exterior nos esté mirando con curiosidad) con el mudra del sanador impregno de rojo rubí a la zona para cualquier inflamación que hubiera. Luego con el mudra Totipotencial disperso energía en sentido contrario a las agujas del reloj. A continuación impregno la zona con luz verde esmeralda y cuadrillaje en un acto de enviar amor a esa zona que lo necesita en esos momentos. La luz verde es para fugas y yo aquí la apliqué con la intención de enviar energía cicatrizando por si alguna venilla se hubiera roto.

Diré que la pierna derecha a mitad de la pantorrilla me sangraba pues había una pequeña fisura donde luego dieron un punto. Apliqué el mudra sanador con el verde esmeralda y cuadrillaje.

Asombrosamente aunque dolía la pierna izquierda pues fue realmente un gran golpe, no tuve moratón alguno. Yo miraba cada minuto la zona, con luz, sin luz, de día, de noche, al atardecer, a cada momento… en búsqueda de alguna señal de color verde o violeta…. Y… nada de nada; ahí no había otro color que el color de mi piel. Gracias Laura.

Carmen Crespo, Alumna 5º promoción Manos

Más testimonios

11.01.2014 11:44

COSAS DE MANOS

Es una pasada Laura, cuando pasas colores en Manos la gente los ve, los sienten, es una pasada. Ya no los colores, sino todo de todo.
Practico mucho el peinar la glia, la polaridad y la técnica de los 3 cerebros. Todo el mundo se sorprende. Me miran y preguntan que les he hecho, encantados de la vida.

Cuando voy al alma de la persona y bajo la información: Una persona, el otro día en una sesión, me decía que había visto un colgante que le bajaban desde arriba, lo sienten, de una u otra forma lo sienten y se traduce en mensajes en ellos. Es increíble. Me encanta, me encanta....

Te deseo lo mejor de lo mejor y doy gracias a la vida por haberte encontrado.
Millones de gracias por todo.
Se muy feliz y disfruta. Besos. Mayte

 

HOLA LAURA:

Practicando Manos ayer mi cuñado tenía una tensión alta de 16-10, me puse primero a relajarle porque se puso nervioso después de verlo.
El pulso estaba bajo en Vatta. Mientras le hacía Reiki, me imaginaba que le sacaba por los pies la tensión, como descargándole en la Tierra.
Después le hice Timo con epífisis, polaridad craneal y caudal para que descargara y ya que estábamos fronto-occipital. Todo el rato me venía descargarle por los pies, de cualquier manera.
Cuando acabé, le había bajado a 13-7, era escéptico de todo esto pero creo que ayer se quedó sorprendido y sobre todo tranquilo.
Besos, que tengas buen día.

Raquel